En el fascinante mundo de la ciencia, hay ciertos avances que despiertan una mezcla de emoción y reflexión sobre los límites de lo posible. Uno de estos avances, que recientemente ha capturado la atención mundial, es el desarrollo de tecnologías que podrían potencialmente permitirnos “leer” los pensamientos. Si bien esto suena como algo sacado de una novela de ciencia ficción, la realidad es que la ciencia está dando pasos significativos hacia esta meta aparentemente inalcanzable.
El 29 de enero, Elon Musk, el visionario empresario detrás de empresas como SpaceX y Tesla, compartió noticias emocionantes sobre el éxito de la primera cirugía para implantar un dispositivo desarrollado por su startup Neuralink en un ser humano. Este dispositivo, llamado “Telepathy”, es más que una simple innovación tecnológica; representa un hito en la exploración de la mente humana y la integración de la tecnología con el cerebro.
El dispositivo que fue implantado quirúrgicamente en el cráneo de una cerda llamada Gertrude, Elon Musk demostró la tecnología de su startup Neuralink para construir un vínculo digital entre cerebros y computadoras. Un enlace inalámbrico desde el dispositivo informático mostró la actividad cerebral del cerdo mientras husmeaba alrededor de un corral en el escenario el viernes por la noche.
Musk también mostró un implante de segunda generación que es más compacto y encaja en una pequeña cavidad el cráneo. Pequeños “hilos” de electrodos penetran la superficie exterior del cerebro, en detectando un impulso eléctrico de las células nerviosas que muestra que el cerebro está funcionando. De acuerdo con los planes a largo plazo de Neuralink, los hilos están diseñados para comunicarse con sus propias señales generadas por computadora.
Neuralink tiene un enfoque médico, como ayudar a las personas a lidiar con lesiones cerebrales y de la médula espinal o defectos congénitos. La tecnología podría, por ejemplo, ayudar a los parapléjicos que han perdido la capacidad de moverse o sentir debido a una lesión de la médula espinal, y los primeros usos en humanos tendrán como objetivo mejorar condiciones como la paraplejía o la tetraplejía.
“Si puedes sentir lo que la gente quiere hacer con sus extremidades, puedes hacer un segundo implante donde ocurrió la lesión en la columna y crear una derivación neuronal“, dijo Musk. “Confío en que a largo plazo será posible restaurar el movimiento completo del cuerpo de alguien“.
Pero la visión de Musk es mucho más radical e incluye ideas como la ” telepatía conceptual”, donde dos personas pueden comunicarse electrónicamente pensando el uno en el otro en lugar de escribir o hablar. El objetivo a largo plazo es evitar un futuro en el que una inteligencia artificial mucho más inteligente que los humanos nos extermine.
Musk imagina que las personas utilizarán Neuralink para conectarse a sus propias encarnaciones de IA digital para que “el futuro esté controlado por la voluntad combinada de la gente de la Tierra”, dijo Musk. “Va a ser importante desde una perspectiva de amenaza existencial lograr una buena simbiosis de IA”.
La aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para implantar Telepathy en humanos marcó un momento histórico en la comunidad científica. Este dispositivo, equipado con 1.024 electrodos distribuidos en 64 hilos, tiene la capacidad de medir y transmitir la actividad cerebral de forma inalámbrica. Este avance promete no solo mejorar la calidad de vida de personas con movilidad reducida, sino también abrir nuevas puertas en el campo de la neurociencia y la salud mental. Hoy los implantes cocleares, son una muestra de las posibilidades de conecciones neuronales para recuperar la audición.
Sin embargo, es fundamental comprender que, aunque Telepathy representa un avance revolucionario en la interfaz cerebro-máquina, todavía estamos lejos de poder leer los pensamientos de manera directa y completa. La verdadera “telepatía”, en el sentido de comprender los pensamientos y las intenciones de una persona, sigue siendo un desafío monumental que requiere una comprensión mucho más profunda del funcionamiento del cerebro humano.
Uno de los mayores desafíos en este camino hacia la lectura de pensamientos es la “zona ciega” que se enfrenta al intentar medir las señales cerebrales. A diferencia de otras células del cuerpo, como las células musculares, donde la actividad eléctrica se correlaciona claramente con una acción observable, como la contracción muscular, el proceso del pensamiento humano es mucho más complejo y sutil. Las señales neuronales que generan nuestros pensamientos son difíciles de detectar y aún más difíciles de interpretar con precisión.
A pesar de estos desafíos, es importante reconocer el increíble potencial que la neurotecnología como Telepathy tiene para mejorar la calidad de vida de las personas y abrir nuevas fronteras en la investigación científica. Como profesionales de la salud, es nuestro deber mantenernos informados sobre estos avances y comprender cómo pueden afectar nuestro trabajo y la atención que brindamos a nuestros pacientes.
En conclusión, mientras nos maravillamos con los avances científicos que nos acercan un paso más a la posibilidad de leer pensamientos, también debemos recordar la importancia de la ética y la responsabilidad en el uso de esta tecnología. Al seguir de cerca estos desarrollos y participar en conversaciones significativas sobre su impacto, podemos contribuir de manera significativa al progreso de la ciencia y al bienestar de la humanidad.