La intencional colisión fue para comprobar si un asteroide que amenazara destruir la Tierra, podría ser desviado con éxito y salvar nuestro planeta. El riesgo que suponen los impactos de asteroides es absolutamente real, si no, habría que preguntarles a los dinosaurios. A diferencia de otros peligros naturales como huracanes, erupciones volcánicas, terremotos, etc., los impactos de asteroides pueden ahora evitarse.
En un hecho sin precedentes, la agencia espacial estadounidense NASA, hizo que la sonda Dart se estrellara contra un asteroide con la intención de alterar su rumbo.
En el momento del impacto contra la mole de casi 200 metros de ancho llamada Dimorphos, la sonda quedó completamente destruida, pero antes de aquello la cámara que traía logró enviar una imagen por segundo de todo el trayecto, por lo que el sorprendente proceso quedó registrado.
El análisis de los datos obtenidos en las últimas semanas de septiembre por el equipo de investigación de la prueba de redireccionamiento muestra que el impacto cinético de la nave espacial contra su asteroide objetivo, alteró con éxito la órbita del asteroide.
Esto marca la primera vez que la humanidad cambia deliberadamente el desplazamiento de un objeto celeste y es la primera demostración a gran escala de la tecnología de desviación de asteroides.
De acuerdo a lo esperado
Vistas las imágenes que envió la sonda desde una distancia de 11meses y millones de kilómetros, todo salió según lo planificado.
Lo primero que tuvo que hacer la nave espacial, que viajaba a una velocidad aproximada de 22.000 km/h, fue distinguir el asteroide a impactar, luego de lo cual el software de navegación niveló la trayectoria disparando sus propulsores, asegurando así un choque frontal y preciso.
Esta técnica, llamada “técnica del impactado cinético”, podría usarse si hubiera un asteroide que se acercara peligrosamente a la Tierra en algún momento. Es una idea aparentemente simple: la nave espacial golpea el objeto que preocupa, y usa la masa y velocidad de la nave espacial para cambiar ligeramente la órbita de ese objeto lo suficiente como para que no choque con la Tierra. Lo cierto, es que sí hay peligrosos asteroides viajando por el espacio que podrían ser una amenaza para nuestro planeta.
Elegidos cuidadosamente
Dimorphos y Didymos fueron dos asteroides seleccionados rigurosamente, y se consideró que al no estar ninguno de ellos cerca al planeta en el que vivimos, cualquier alteración en su relación orbital no habría puesto en peligro nuestro mundo.
Si bien es cierto que la NASA tiene identificados a más del 95% de los grandes asteroides que de chocar con la Tierra causarían la extinción de todo ser vivo, hay muchos otros más pequeños que hasta el momento no han sido detectados y que de impactar con nuestra esfera azul producirían muy serios daños.
Por ejemplo, si un asteroide del tamaño de Dimorphos se estrellara contra la Tierra, formaría un cráter de dos kilómetros de ancho y doscientos metros de profundidad, aproximadamente, destruyendo por completo todo lo que esté a su alrededor. Imaginémonos un asteroide de ese tamaño cayendo en el medio de una ciudad.
Por eso que es de vital importancia saber si es posible desviar un asteroide y lograr que altere su rumbo y velocidad. El cambio no tendría que ser tan significativo si el choque de la nave con el asteroide se produce muchos años antes de la esperada colisión.
Imágenes extras
Si los datos que enviaba el Dart dejaron de transmitirse cuando chocó con la inmensa roca, el satélite italiano LICIACube, que seguía a la sonda a una distancia segura, captó imágenes de lo sucedido, incluida la columna de escombros que ocasionó el impacto del Dart.