153 millones de personas en todo el mundo podrían padecer demencia en el 2050. Países de Latinoamérica serían los más afectadas, conoce aquí cuales son.
Según un reciente estudio publicado por la prestigiosa revista The Lancet Public Healt, en el año 2050 unos 153 millones de seres humanos podrían sufrir de demencia, casi tres veces más que el 2016 donde la cifra llegó a 57 millones.
Los expertos aseguran que esa proyección la sustentan varios factores como el aumento de la población, el estilo de vida poco saludable, el tabaquismo, la obesidad y la diabetes entre otros.
El estudio, que considera a 195 países, se ha hecho para que los gobiernos lo tengan en cuenta y tomen las medidas necesarias para aminorar la cifra.
Latinoamérica la más afectada
En la investigación se afirma que los países de Centro y Sur América serán los más afectados. Encabeza la lista Nicaragua pasando de 28,500 casos a 117,000 dentro de 28 años. Le siguen Guatemala, con 3,9 veces más casos que en el 2019, y el Perú, con 3,8 veces más.
Mientras, Uruguay y Argentina son los países que menos sufrirán el terrible aumento.
Incluyendo a todos los países de la región, se estima que Latinoamérica tendrá el mayor incremento mundial pasando de 4,4 millones de casos a 13,4 en el 2050, (ver cuadros).
Más a mujeres que a hombres
Hay que tener en cuenta que la demencia afecta un 70% más a las mujeres que a los hombres y que este porcentaje se incrementa con el aumento de la edad.
Según el estudio, un 0,6% de las mujeres entre los 40 y 69 años padecerán demencia en el 2050, un 8,5% entre las de 70 y 84 años, y un 30,5% entre las de 85 años a más. En los hombres los porcentajes son de 0,5%, 6,5% y 23,5%, respectivamente.
A cuidar la salud
Si bien es cierto que la demencia es la séptima causa de muerte en el mundo y una de las que ocasionan más discapacidad y dependencia entre las personas mayores, la buena noticia es que no es inevitable padecerla ya que, con una buena alimentación, ejercicios frecuentes y cuidando adecuadamente la salud, es posible reducir notablemente el riesgo de adquirirla.
Emma Nichols, científica del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, afirma que: “Necesitamos enfocarnos más en prevenir y controlar los factores de riesgo antes de que resulten en demencia” y agrega que “incluso los avances más modestos para prevenir la demencia o ralentizar su progresión tendrían beneficios notables. Para la mayoría, eso significa expandir programas locales apropiados y de bajo costo que apoyen dietas más saludables, más ejercicio, dejar de fumar y un mejor acceso a la educación”.