Los farmacéuticos que están preparados para realizar una asesoría eficiente, pueden marcar la diferencia en la experiencia de sus clientas. Hoy Leterago te comparte datos que te ayudan a generar confianza en el momento de dispensar un jabón adecuado para la higiene intima femenina. Recuerda que en Leterago, contamos con una variedad importante de productos para el cuidado femenino así como probióticos y medicamentos para infecciones vaginales.

El pH vaginal: un equilibrio esencial
El pH vaginal oscila entre 3.8 y 4.5 en condiciones normales, creando un ambiente ácido que protege contra microorganismos patógenos. La flora vaginal, compuesta en su mayoría por Lactobacillus, es responsable de mantener este equilibrio

Antibióticos
El uso no controlado de antibióticos, puede alterar el equilibrio bacteriano vaginal, favoreciendo la proliferación de hongos como “Cándida”. Tu asesoramiento será clave, informa a las clientas sobre el riesgo y sugiere la ingesta de Lactobacilus, mantenerse hidratada y estar alerta a síntomas asociados con infecciones.

La ropa interior influye más de lo que se piensa
Las fibras sintéticas como el poliéster y el encaje pueden aumentar la humedad y el calor en la zona íntima, favoreciendo la proliferación de bacterias y hongos. Optar por ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas puede mejorar la ventilación en la zona íntima.

La dieta impacta en la salud íntima
El consumo excesivo de azúcar puede favorecer el crecimiento de levaduras como la Cándida, aumentando el riesgo de infecciones. En cambio, alimentos ricos en probióticos como el yogur natural, el kéfir o productos OTC con probióticos pueden ayudar a mantener el equilibrio saludable de la flora vaginal.

La zona íntima tiene su propio ecosistema
Al igual que el intestino, la vagina alberga millones de bacterias beneficiosas que protegen contra infecciones. Usar jabones agresivos o productos perfumados puede alterar este ecosistema y dejar la mucosa vaginal vulnerable a irritaciones y microorganismos dañinos.

Secado adecuado
La humedad favorece el crecimiento de bacterias y hongos; es importante secar bien las zonas íntimas después de bañarse. Tampoco se debe mantener el traje de baño húmedo en el cuerpo por largo períodos.

El cuidado de la higiene íntima y el uso de preservativos
La higiene adecuada así como el uso de preservativos, reducen el riesgo de infecciones. Así mismo, aunque no es garantía orinar despues de tener relaciones sexuales, puede colaborar para evitar una infección.

Cambio regular
Las toallas sanitarias y tampones deben cambiarse cada 4-6 horas para evitar acumulación de bacterias.
