La cefalea tensional y la migraña tienen una estrecha relación y no representa mayor gravedad para el paciente, pero hay otros tipos de cefalea que se desconocen.
CEFALEAS PRIMARIA
1. Cefalea tensional
El dolor de cabeza de tipo tensional es el más habitual de todos. Estas cefaleas son causadas por tensión muscular; esta puede deberse a estrés o bien a causas físicas, como la contracción intensa y continuada de los músculos del cuello o de la mandíbula.
Este tipo de cefalea suele manifestarse como una tensión o presión constante en los dos lados de la cabeza. A menudo se describe como la sensación de tener una banda apretada alrededor de la cabeza. En los casos más intensos incluso tocar los músculos afectados puede provocar dolor.
Las cefaleas tensionales normalmente causan un dolor más leve y por tanto son menos incapacitantes que las migrañas y otros tipos de dolor de cabeza, pero existe un alto riesgo de que la cefalea tensional episódica se convierta en crónica, produciéndose los ataques todos o casi todos los días. Los dolores de este tipo pueden durar de 30 minutos, con una posible extensión de hasta más de un mes.
2. Migraña
Por otro lado, cuando el dolor es intenso y punzante en un lado de la cabeza, y va precedido por la visión de puntos o manchas o luces intermitentes, son síntomas de migraña. Puede que el dolor de cabeza vaya también acompañado de náuseas y vómitos.
Esta enfermedad se caracteriza por ser episódica, periódica y por su dolor punzante. Distinguimos entre migrañas con aura y migrañas sin aura. Las migrañas sin aura son las más frecuentes y aparecen de forma súbita, mientras que las migrañas con aura vienen precedidas por síntomas visuales, sensoriales, lingüísticos y motores.
Distinguimos entre migrañas con aura y migrañas sin aura. Las migrañas sin aura son las más frecuentes y aparecen de forma súbita, mientras que las migrañas con aura vienen precedidas por síntomas visuales, sensoriales, lingüísticos y motores.
3. Cefalea trigémino-autonómica
El nervio trigémino recibe las sensaciones captadas por muchos músculos de la cabeza, como los de la cara, los ojos, la boca o la mandíbula. Las cefaleas que implican principalmente la acción refleja del trigémino son conocidas como “trigémino-autonómicas”.
Además, conforman uno de los tipos de cefalea más dolorosas y difíciles de gestionar, ya que no tienen que ver tanto con la circulación como con ciertas alteraciones en el nervio.
Los síntomas de este tipo de cefaleas son muy parecidos a los de la migraña, de modo que suelen afectar sólo a una mitad de la cabeza y consistir en dolor pulsátil. No obstante la intensidad del dolor es mayor a la de las migrañas.
4. Cefalea tusígena
La cefalea tusígena se produce en una proporción importante entre las personas que acuden al médico a consecuencia de tos intensa. Algunos síntomas habituales son náuseas, vértigo y trastornos del sueño.
Algunos síntomas habituales de la cefalea tusígena son náuseas, vértigo y trastornos del sueño. Estas cefaleas se desencadenan después de ataques de tos y pueden ser muy breves o durar más de una hora.
5. Por esfuerzo físico
Se clasifican como “cefalea por esfuerzo físico” aquellas en que los síntomas no son debidos a ninguna causa intracraneal, sino simplemente a la práctica de ejercicio muy intenso. El flujo anormal de la sangre puede hacer que partes del sistema nervioso se resientan.
Ocurre más frecuentemente en lugares donde hace mucho calor o que se encuentran a una altitud elevada, y el dolor que comporta suele ser de tipo pulsátil.
Por otro lado, realizar una tarea que requiere un esfuerzo constante del mismo tipo puede hace que aparezca este síntoma, que es una manera de avisar de que se debe parar cuanto antes.
6. Por relación sexual
Se atribuye a pérdida de líquido cefalorraquídeo que causa una bajada de la tensión intracraneal. El dolor se produce en los dos lados de la cabeza y se intensifica a medida que la persona se excita, alcanzando su punto máximo cuando llega al orgasmo.
Se trata de un problema que tiene que ver con la gestión de la atención, las dificultades para relajarse, y la realización de esfuerzos físicos continuados.
7. Por crioestímulo
“Cefalea por crioestímulo” es el nombre oficial del clásico dolor de cabeza producido por el contacto con algo muy frío, bien sea porque toca la parte exterior de la cabeza, porque se inhala o porque se ingiere, como sucede con los helados. El dolor de la cefalea por crioestímulo tiende a ser punzante, unilateral y de corta duración.
8. Cefalea hípnica
Las cefaleas “despertador” aparecen sólo durante el sueño, haciendo que la persona se despierte. Afecta normalmente a personas de más de 50 años y tiende a ser persistente. Comparten algunas características con la migraña, como la sensación de náusea.
CEFALEAS SECUNDARIAS
Son consecuencia de afecciones, como trastornos vasculares o lesiones cerebrales, que tienen como síntoma el dolor y pueden requerir un tratamiento específico en función de cuál sea la causa subyacente.
9. Por traumatismo
No sólo los golpes pueden provocarlas, sino que estas también pueden deberse a otras causas, como explosiones y la presencia de cuerpos extraños en la cabeza.
En general estas cefaleas aparecen conjuntamente con otros síntomas causados por el mismo traumatismo, como pueden ser problemas de concentración o memoria, mareos y fatiga.
10. Por trastorno vascular
Este tipo de dolor de cabeza es consecuencia de problemas cerebrovasculares como ictus isquémico, hemorragia cerebral, aneurisma o malformación arteriovenosa congénita. En estos casos la cefalea suele ser menos relevante que otras consecuencias del accidente vascular.
11. Por consumo o abstinencia de sustancias
El consumo abusivo o la inhalación de sustancias como el alcohol, drogas, el monóxido de carbono o el óxido nítrico también puede provocar y agravar dolores de cabeza. Asimismo la supresión de sustancias que se consumen de forma habitual, como puede suceder con el alcohol y las drogas, es otra causa frecuente de cefalea.
12. Por infección
Algunas causas comunes de este tipo de cefalea son las meningitis y las encefalitis bacterianas o víricas, las parasitosis y las infecciones sistémicas. Aunque en la mayoría de casos la cefalea desaparece una vez se ha curado la infección, en algunas ocasiones puede persistir.
13. Por trastorno mental
En ocasiones las cefaleas se categorizan como secundarias a trastornos psiquiátricos si existe una relación temporal y causal entre ambos fenómenos. No obstante, en estos casos el dolor parece tener un origen psicógeno más que biológico.
En este sentido la Clasificación Internacional de las Cefaleas da una importancia especial a los trastornos psicóticos y al de somatización, consistente en la presencia de síntomas físicos en ausencia de patología médica identificable.