viernes, octubre 4, 2024

Vacunas inhaladas contra la influenza: Adiós a la temida aguja

La vacuna antigripal nasal ha llegado para quedarse. Aunque parezca una novedad, ésta vacuna indicada en los más jóvenes ya fue autorizada por la Unión Europea en el 2013 y se comercializa desde esa fecha en el Reino Unido, Alemania y Francia. Su autorización en diferentes países de Latinoamérica, aún está en proceso para su comercialización por diferentes canales, inclusive, vía las farmacias.

Pensada en los niños

Esta vacuna intranasal fue inicialmente pensada para niños y adolescentes y así evitar lágrimas por los pinchazos, más aún, considerando que la vacunación contra la influenza debe ser anual debido a las mutaciones de estos virus. Sin embargo, algunas de estas variantes de vacunas, se administran en Europa a personas no embarazadas de 2 a 49 años de edad.

Esta vacuna intranasal fue inicialmente pensada para niños y adolescentes y así evitar lágrimas por los pinchazos,
Aplicación

La administración de la vacuna debe realizarla una enfermera. El medicamento se administra con el paciente en posición vertical. El aplicador tiene un clip divisor de dosis para aplicar una en cada fosa nasal.

Se usa un atomizador, que se coloca en el extremo de la jeringa cargada, en vez de la aguja y luego se aplica en la fosa nasal.

Se necesitan aproximadamente 2 semanas para que se desarrolle la protección después de la vacunación.

Se usa un atomizador, que se coloca en el extremo de la jeringa cargada, en vez de la aguja y luego se aplica en la fosa nasal.
¿La administración vía nasal es efectiva?

Claro que sí, incluso tendría la misma eficacia que un pinchazo. Y es que, resulta capaz de generar respuestas del sistema inmune en la mucosa que se encuentra recubriendo las vías respiratorias. Los estudios así lo demuestran. En la nariz, la membrana que la tapiza, posee vasos sanguíneos que permiten que el fármaco aplicado se expanda rápidamente por todo el organismo. De modo que podemos asegurar con un sí: la vacunación intranasal es igual de efectiva que la del método inyectable.

En la nariz, la membrana que la tapiza, posee vasos sanguíneos que permiten que el fármaco aplicado se expanda rápidamente por todo el organismo.
Durante la aplicación ¿podría perderse parte de la dosis?

Este punto resulta importante y es una de las dudas que pueden presentarse al utilizar la vacuna en spray nasal: ¿podría suceder que no se inhale la dosis necesaria? Lo cierto, es que no hay tal peligro, porque la parte del atomizador que se coloca en la fosa nasal tiene forma de cono y la nariz queda sellada sin riesgo de fuga.

No hay peligro que se pierda parte de la dosis durante la aplicación. El atomizador que se coloca en la fosa nasal tiene forma de cono y la nariz queda sellada sin riesgo de fuga.
¿Uso del atomizador nasal?

El atomizador para esta vacuna, es un dispositivo de un solo uso, es decir que luego de aplicar el contenido en la fosa nasal se desecha.

Este atomizador, convierte una solución líquida en partículas del tamaño de 30 a 100 micrómetros. De esta manera, el fármaco emerge de forma vaporizada.

El atomizador, convierte la solución líquida de la vacuna en partículas del tamaño de 30 a 100 micrómetros.
¿Qué debe saber el médico sobre un niño antes que reciba la vacuna nasal antigripal?
  • Si el niño tiene alguna alergia grave, como la alergia al huevo ya que puede generar una reacción adversa severa. La vacuna contra la influenza puede contener una pequeña cantidad de proteína de huevo. La cantidad es tan baja que es improbable que cause una reacción alérgica, sin embargo debe avisar al médico en caso de existir esta clase de alergia. Puede haber vacunas sin contenido de huevo.
  • Si el niño tiene algún problema de salud crónico, como diabetes, enfermedad cardíaca, pulmonar, renal o hepática.
  • Si el niño recibe diálisis.

Se debe asegurar que el niño no tenga alergia al huevo.
¿Cuándo un niño NO debe recibir la vacuna nasal antigripal?
  • Cuando el niño está enfermo o tiene fiebre por encima de 38.3 °C.
  • Cuando es menor de 2 años.
  • Cuando tiene entre 2 y 4 años y padece asma o ha tenido sibilancias durante los últimos 12 meses.
  • Cuando el niño toma regularmente aspirina o un producto que contiene aspirina.
  • Cuando el niño tuvo una reacción alérgica a la vacuna nasal contra la influenza o a cualquier parte de ella.
  • Cuando el niño tiene un sistema inmunitario débil o cuida a alguien que lo tiene.
  • Cuando el niño tomó algún medicamento antiviral para la influenza en las últimas 3 semanas.
  • Cuando el niño tiene un implante coclear.
  • Cuando el niño ha dado positivo en la prueba de COVID-19.

La fiebre es uno de los síntomas que impiden que el niño sea vacunado.
Posibles síntomas luego de aplicarse la vacuna

Como suele suceder con las vacunas regularmente, la vacuna nasal para niños puede también ocasionar febrícula y otros síntomas leves como dolor de cabeza, o dolor muscular.

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