sábado, julio 5, 2025

Creciendo con cada desafío

La Sra. Aída López ha recorrido una fascinante trayectoria en el sector farmacéutico, inspirada por su madre y forjada con dedicación, resiliencia y amor por su comunidad. Desde sus inicios en la farmacia familiar hasta la apertura de su propio negocio en el 2002, ha enfrentado retos como la falta de capital inicial y los efectos devastadores del terremoto del 2016. Con perseverancia y el respaldo de aliados estratégicos como Leterago, ha superado obstáculos, consolidando una operación exitosa. Con más de 23 años de experiencia, combina liderazgo familiar, atención personalizada y visión innovadora, destacando su compromiso con la calidad, el servicio y el futuro del negocio.

Leterago (LT): ¿Qué la inspiró a abrir su propia farmacia? ¿Fue una necesidad en la comunidad, un llamado personal o una oportunidad de negocio que quiso aprovechar?

Sra. Aida López (AL): La mayor inspiración fue mi mamá, quien tenía la farmacia San Martín de Porres. Crecí entre medicamentos y clientes, acompañándola cada día y aprendiendo el oficio casi sin darme cuenta. Trabajé con ella unos cinco años, hasta que me casé a los 19. Fue entonces cuando ella me animó a dar el paso y abrir mi propio negocio. Me dijo que era el momento, y así, el 1 de agosto del 2002 nació “Su Farmacia Quito”. Aunque estamos en Portoviejo, el nombre viene de la calle Quito, donde empezamos antes del terremoto. Desde entonces, esta farmacia ha sido mi vida, y también la de mis hijos, que crecieron en este mismo ambiente.

A la izquierda, la Sra. Aída López en brazos de su madre, la Sra. Aída Cedeño, en la farmacia San Martín de Porres, donde comenzó a formarse entre medicamentos y clientes. “Crecí en este entorno, acompañándola cada día y aprendiendo el oficio casi sin darme cuenta”, recuerda. A la derecha, años después, madre e hija unidas por el mismo legado.
LT: Al mirar hacia atrás, ¿cuáles fueron los mayores desafíos al iniciar su farmacia y qué recuerdos guarda de aquellos primeros años?

AL: Iniciar mi propia farmacia fue un reto enorme. Partí prácticamente de cero, sin capital, enfrentando una competencia fuerte y, además, embarazada de mi hijo menor. Pero no estaba sola. Tenía la experiencia que me dio haber trabajado junto a mi mamá, y sobre todo, el apoyo incondicional de mi familia. Un momento que marcó un antes y un después fue cuando accedimos a un crédito que nos permitió estabilizarnos y seguir creciendo. Recuerdo especialmente el cariño que la gente sentía por mi mamá. La buscaban con devoción, la llamaban “la doctora del pueblo”. Siempre decían que yo me parecía a ella, tanto en el trato con los pacientes como en el aspecto físico. Esas palabras me marcaron profundamente, porque ella fue mi guía, mi ejemplo y el corazón de todo esto. Gracias a ella, este camino no solo ha sido un negocio, sino una forma de vida llena de propósito.

En la foto, justo en el centro, está la mamá de la señora Aida López. Ella recuerda que: “la buscaban con devoción y la llamaban ‘la doctora del pueblo’. Decían que yo me parecía a ella, quien fue mi guía, mi ejemplo y el corazón de todo esto.”
LT: ¿Cómo describiría su estilo de liderazgo en la farmacia? ¿Qué valores considera fundamentales para asegurar que su equipo sea eficiente y trabaje en armonía?

AL: Mi estilo de liderazgo se basa principalmente en la cordialidad y el compañerismo. Trato a todos como parte de una familia, ya que, en realidad, este es un negocio familiar. Desde que comenzamos, mi esposo ha estado conmigo, y también trabajan mi primo y mis dos hijos mayores. Creo que es fundamental estar pendiente de cualquier error y abordarlo de la mejor manera posible, para que no se repita. Además, fomentamos una organización clara: cada uno, sabe lo que debe hacer, y nos aseguramos de que, por ejemplo, los productos no expiren y de que todo esté en orden cada dos meses. En resumen, la cordialidad, el trato familiar y la organización son los pilares de nuestro equipo.

Junto a su esposo e hijos, Aída comparte no solo el negocio, sino un legado familiar. La unión y el compromiso son el alma de su farmacia.
LT: ¿Cómo maneja la relación con los clientes en su farmacia, especialmente aquellos que no sólo buscan productos, sino también asesoría y confianza?

AL: La clave está en ofrecer una atención de calidad, porque, aunque tengamos precios competitivos, sin un buen servicio, el cliente no regresará. Nos centramos en brindar un trato personalizado, construyendo una relación de confianza. Es crucial que el cliente se sienta seguro de que lo que está adquiriendo es de la mejor calidad y en condiciones óptimas. Para ello, nos aseguramos de conocer a fondo cada producto que vendemos, garantizando así su seguridad y efectividad. Cuando un cliente confía en nosotros, no sólo regresa, sino que se convierte en un cliente fiel.

Aída López destaca que la clave del éxito está en ofrecer atención de calidad y un trato personalizado, construyendo confianza para asegurar la satisfacción y fidelidad de sus clientes.
LT: ¿Cómo responden ustedes a las necesidades de los clientes que buscan productos especializados o difíciles de encontrar?

AL: Nos enfocamos en satisfacer las necesidades de nuestros clientes de manera rápida y eficiente. Si no tenemos un producto disponible, lo buscamos con proveedores o contactamos directamente con los laboratorios farmacéuticos. Para fármacos especializados, lo gestionamos sin demora, especialmente cuando son urgentes.

Es más, adaptamos nuestro inventario según las necesidades locales. Por ejemplo, aunque no estamos cerca de Solca, sabemos que muchas personas buscan productos oncológicos, por lo que mantenemos un surtido adecuado.

Aunque no estamos cerca de Solca, muchos pacientes oncológicos vienen a nuestra farmacia. Por eso, mantenemos un surtido especializado y gestionamos rápidamente productos urgentes.
LT: ¿Qué retroalimentación recibe de sus clientes sobre los productos y servicios de la farmacia, y cómo adapta su farmacia la oferta a las necesidades de la comunidad para mantenerse competitiva?

AL: Nuestros clientes nos comentan con frecuencia que, mientras en otras farmacias no encuentran lo que buscan, aquí siempre lo consiguen. Además, ofrecemos precios accesibles sin sacrificar la calidad del servicio ni la atención personalizada que nos caracteriza. Para mantenernos competitivos y responder a las necesidades de la comunidad, trasladamos las bonificaciones que recibimos directamente a nuestros clientes, lo que nos permite ajustar la oferta según la demanda. Si bien en algunos productos puntuales no podemos igualar los precios de las grandes cadenas debido a sus ventajas en compras a gran escala, en cuanto a genéricos y otros, nosotros sí logramos ofrecer precios más accesibles. Esta estrategia nos permite diferenciarnos, incluso siendo una farmacia pequeña.

Nuestros clientes valoran encontrar siempre lo que buscan con atención personalizada y precios accesibles. Trasladamos bonificaciones directamente para ajustar ofertas y mantenernos competitivos frente a las grandes cadenas.
LT: ¿Cuáles fueron sus expectativas al comenzar a trabajar con Leterago, y cómo ha evolucionado esa relación a lo largo del tiempo?

AL: Desde el inicio, nuestras expectativas con Leterago fueron muy positivas, ya que trabajan con marcas de laboratorios muy reconocidos y de alta demanda. Estos laboratorios tienen una excelente reputación y una gran rotación de productos, lo que nos dio confianza en la calidad de su oferta. Nuestra relación comenzó de manera sólida cuando estábamos ubicados en el centro de la ciudad, antes del terremoto. Aunque el terremoto dañó nuestro negocio, Leterago fue un gran apoyo en ese momento, ayudándonos a trasladarnos a nuestra nueva ubicación en la vía Cruzita. Han sido una empresa muy solidaria y comprometida con nuestro bienestar. Las expectativas iniciales se han visto superadas, ya que Leterago ha seguido ofreciéndonos una excelente gama de productos y una atención constante, ayudándonos a mantenernos competitivos.

Tras el terremoto, de la farmacia en el centro sólo quedó un terreno vacío, pero con el apoyo de Leterago, Aída López logró reubicar su farmacia y seguir adelante. Su compromiso con la comunidad permanece intacto.
LT: ¿Qué aspectos de la colaboración de Leterago considera más valiosos para su farmacia, particularmente en términos de apoyo logístico y flexibilidad?

AL: Sin duda, lo más valioso de la colaboración de Leterago es el apoyo logístico y la flexibilidad que nos han proporcionado. Recuerdo claramente después del terremoto, cuando la visitadora de Leterago, que se llamaba Soraya, llegó y me ofreció la posibilidad de pagar cuando estuviera en condiciones de hacerlo. Esto fue un alivio enorme, ya que muchas farmacias estaban cerradas, pero gracias a su comprensión, pudimos reabrir al mes siguiente y saldar nuestra deuda. Desde ese momento, la relación con Leterago ha sido excelente. Además, cuentan con un equipo altamente capacitado y siempre dispuesto a mantener una comunicación fluida, lo que resulta fundamental para el buen funcionamiento de nuestra farmacia. La flexibilidad de su equipo y su enfoque colaborativo han sido clave para nuestro éxito continuo.

LT: ¿Cómo ha influido la relación con Leterago en la eficiencia operativa de su farmacia, y cómo esa mayor eficiencia se ha reflejado en un mejor servicio y calidad para sus clientes?

AL: La relación con Leterago ha tenido un impacto muy positivo en la eficiencia operativa de nuestra farmacia. Gracias a los laboratorios con los que Leterago trabaja, que tienen gran demanda y aceptación en el mercado, podemos mantener un surtido constante de productos. Además, las bonificaciones que nos ofrecen son muy beneficiosas, lo que nos permite tener un stock adecuado y ofrecer a nuestros clientes los productos que buscan. Esto es crucial, ya que es frustrante para el cliente cuando llega y se encuentra con que no hay lo que necesita. Leterago ha facilitado que tengamos siempre los productos disponibles y nos ha permitido mejorar la calidad del servicio que ofrecemos, asegurando la satisfacción del cliente y la eficiencia en nuestra operación.

En la foto, su primo Henry que también atiende en la farmacia, es reflejo del trabajo en equipo que, junto al apoyo flexible de Leterago, permite superar los retos y mantener un servicio constante y eficiente.
LT: En situaciones de alta demanda o escasez de productos, ¿cómo ha contribuido Leterago a mantener la continuidad operativa de su farmacia y asegurar un suministro constante?

AL: Leterago ha jugado un papel clave en mantener nuestra operación estable, incluso durante momentos de alta demanda o escasez. Su comunicación es excelente: nos notifican rápidamente cuando un producto escaso vuelve a estar disponible, lo que nos permite reabastecernos a tiempo. Un ejemplo claro de su apoyo fue durante la pandemia, cuando los productos eran de alta demanda. Leterago siempre tuvo el stock disponible y envió los productos sin demora. Lo más destacable fue que, a diferencia de otros proveedores, Leterago continuó ofreciendo bonificaciones durante este período crítico. Esto nos permitió mantener el abastecimiento, seguir ofreciendo precios competitivos y brindar un servicio de calidad.

Durante la pandemia, Aída López contó con el apoyo clave de Leterago, que garantizó el abastecimiento constante y precios justos en momentos de alta demanda. Su respaldo permitió mantener un servicio de calidad y confianza.
LT: Además de los factores que ya ha mencionado, ¿qué otros aspectos influyeron en su decisión de elegir a Leterago como socio estratégico para su farmacia?

AL: Además de los laboratorios que representan y el crédito que nos ofrecen, hay tres factores clave que influyeron en nuestra decisión: el crédito flexible, el stock de productos y la cordialidad en el trato. Estos elementos nos han permitido construir una relación sólida y de confianza con ellos.

LT: ¿Cómo maneja los aumentos de precios de los productos y la incertidumbre que esto puede generar en su negocio? ¿Qué impacto tiene en su operación y cómo lo gestiona?

AL: Nuestra política es mantener los precios anteriores para los productos que ya tenemos en stock, incluso cuando recibimos un nuevo precio. Esto es especialmente importante con productos cuyas cajas ya están marcadas con un precio, por lo que vendemos el stock al precio anterior hasta agotarlo. Una vez que se vende ese stock, actualizamos el precio y notificamos a los clientes sobre el cambio para evitar sorpresas. En cuanto a otras distribuidoras hemos tenido problemas donde los productos llegan con precios diferentes entre la caja y la factura, lo que nos obliga a devolverlos. Esto no ocurre con Leterago, ya que siempre han sido consistentes con los precios y la información, lo cual facilita mucho nuestra operación.

Nuestra política es mantener los precios anteriores para los productos que ya tenemos en stock, incluso cuando recibimos un nuevo precio”.
LT: ¿Dónde se ve en los próximos cinco años y qué planes tiene para expandir o mejorar los servicios y la infraestructura de su negocio?

AL: Actualmente, contamos con un terreno en el centro de la ciudad, que lamentablemente tuvimos que dejar debido a los daños causados por el terremoto. Sin embargo, ya tenemos un proyecto en marcha para trasladar la farmacia de nuevo al centro, o bien mantener ambas ubicaciones. Aunque no podemos hacerlo de inmediato, ya que el área aún no ha sido completamente reactivada, nuestra meta es regresar al centro en los próximos cinco años, cuando la zona esté completamente restaurada. Estamos muy comprometidos con este proyecto, ya que creemos que el centro sigue siendo un lugar estratégico para nuestro negocio.

LT: Si pudiera volver al principio de su negocio, ¿qué haría de manera diferente?

AL: Invertiría más en stock desde el inicio, ya que tener una variedad adecuada de productos garantiza que los clientes regresen.

En la quietud de la noche, “Su Farmacia Quito”, se alza como un faro luminoso, guardián silencioso de la salud y esperanza de su comunidad.

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