El Parlamento de Nueva Zelanda aprobó una ley que prohibirá definitivamente la venta de tabaco en el año 2027 y se convertirá, después de Bután, en el segundo país en declarar ilegal ese producto. Dicha prohibición se hará de manera progresiva.
Esto significa que los nacidos a partir del 1 de enero del 2009, que en el 2027 cumplen 18 años, no podrán comprar tabaco legalmente en suelo neozelandés. Los que se atrevan a comprar y fumar serán castigados con multas que llegan nada menos que, a los US$ 90,000.
“Esta legislación acelera el progreso hacia un futuro libre de tabaco”, señaló la ministra asociada de Sanidad, Ayesha Verral, quien indicó que en dicha ley también se contempla reducir la cantidad de nicotina que contienen los productos con tabaco. “Esto significa que la nicotina se reducirá a niveles no adictivos y las comunidades estarán libres de la proliferación de minoristas que apuntan a la venta de productos de tabaco en áreas específicas”, expresó Verral.
La funcionaria precisó que gracias a esa ley “miles de personas vivirán vidas más largas y saludables”, y que, adicionalmente, el sistema sanitario ahorrará hasta 5.000 millones de dólares neozelandeses – unos 3.198 millones de dólares o 3.034 millones de euros – en el tratamiento de varios tipos de cáncer, enfermedades cardiacas, amputaciones y otros males que el tabaco ocasiona.
También se limitará la cantidad de comercios autorizados a venderlo. De los 6,000 que hay actualmente en todo el país, quedarán un máximo de 600 a fin de año. Según un estudio realizado con 25 tiendas que dejaron de vender cigarrillos y otros productos con tabaco, el 88% experimentó un impacto financiero neutral o positivo.
En Nueva Zelanda, actualmente solo el 8% de los adultos fuma diariamente, a comparación del 9,4% que lo hacía el 2021 y el 16% hace una década.
En los últimos 10 años Nueva Zelanda ha incrementado los impuestos al tabaco hasta en un 165% y un paquete de cigarrillos cuesta unos 30 dólares neozelandeses, unos 19 dólares o 18 euros.